Todos hemos oído hablar de este término y llegado el momento podemos preguntarnos, para qué sirve usar el alter ego en nuestra trama. A continuación, hablaremos del alter ego y la utilidad que tiene para quienes invertimos nuestro tiempo escribiendo.

El uso del “otro yo”

Esto es literalmente lo que significa el alter ego, que hace referencia a otra persona distinta que habita dentro de nosotros. Nuestro otro yo por así decirlo. Una persona diferente, que usamos con frecuencia de forma inconsciente. Pues, ¿acaso no son los personajes de nuestras novelas alter ego de nuestra propia persona? Si te sientes identificado con un personaje en algún punto es probable que así sea.

La ventaja que presenta el alter ego

La principal ventaja que presenta es la posibilidad de construir personajes con una personalidad compleja alejados de la nuestra. Dando un crisol de personajes en clara contraposición unos con otros que forje ese conflicto tan necesario en las tramas. Si quieres crear tramas interesantes dejo a tu disposición unos conceptos interesantes. Además, te permitirá crear personas reales con las que tus lectores se sentirán identificados y comenzarán incluso a admirar. Si tienes dificultades para crear personajes con personalidades arrolladoras consulta el artículo. Por si no lo sabías hay diferentes tipos de alter ego.

Alter ego dentro o fuera del personaje

El alter ego puede ser proyectado en la novela a través del mismo personaje o a través de otro distinto. En el primer caso, me refiero a crear un personaje que durante unos momentos sea una manera y después se transforme en alguien completamente distinto. Un ejemplo de esto sería Clark Kent en Superman cuyo «otro yo» es un justiciero. O, por el contrario, puedes crear un ser desquiciado como el propio Gollum. Como ves ambos ejemplos son dos personalidades distintas atrapadas dentro de la misma persona.

También puedes optar por desglosar esas personalidades y crear dos personajes distintos. Estos deben compartir una absoluta confianza, que se complementen y acompañen el uno al otro. Por ejemplo, Pepito grillo es un compañero inseparable que a través de sus consejos intenta inculcar algo de sensatez y sabiduría al ingenuo Pinocho. Obviamente las personalidades deben ser distintas y crear ese conflicto de intereses.

Las peculiaridades psicológicas del alter ego

Ante las cuestiones anteriores puede asaltarte una duda, ¿Si el alter ego es diferente a ti, no sería incompatible con tu personalidad? Puedes pensar que usarlo puede dar resultados contradictorios y que una persona mentalmente sana no puede tener personalidades opuestas. Por tanto, si creas un personaje con un alter ego interno, puedes pensar que debe tener algún trastorno. ¿Cómo hacer el perfil psicológico de mi personaje si este se contradice a todas horas?

Sin embargo, estos cambios de personalidad no se dan de manera definitiva ni permanente, sino que se desarrollan durante un tiempo determinado en una etapa concreta. Así, una persona tímida y reservada en su trabajo puede despendolarse los fines de semana, al no tener un jefe al que deba impresionar. O una mujer muy extrovertida en sus relaciones sociales puede ser extremadamente exigente con la educación de sus hijos. Es decir, la misma persona puede desarrollar distintos roles dependiendo de la situación y el momento, y eso no implica una contradicción insalvable ni una enfermedad. Esa diversidad de personalidades es el alter ego.

La importancia del uso para los escritores

Usar alter ego te permite desarrollar y activar esas personalidades que hasta ahora has mantenido apagadas. Ya sea por inseguridades, excusas o el miedo al que dirán, no te has lanzado a experimentar con ellas. Hacerlo puede llenarte de nuevas vivencias y ampliar tu creatividad. Es precisamente esta última la que te permitirá sortear con éxito los bloqueos que todos tenemos a la hora de escribir. Así que no te cortes e intenta crear distintos alter ego en tu novela.

Este recurso ha sido utilizado por muchos escritores en la historia, tanto si querían incluir el alter ego en la misma persona como si ese otro yo era una proyección diferente de ellos mismos. Como ejemplos, tenemos a Robert L. Stevenson con su novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde o Agatha Christie con la escritora Ariadne Oliver.

En el primer caso, el Dr. Jekyll es un respetable científico que adquiere una perversa personalidad al beber uno de sus experimentos. Una personalidad plasmada en la figura de Mr. Hyde que intenta hacerse con el control. Ariadne Oliver es una escritora que ayuda a las autoridades a resolver diversos crímenes y aparece en varios libros ayudando a Hércules Poirot. Esto convierte a la mujer en un alter ego de la propia Agatha Christie.

Como ves, grandes escritores han usado la figura del alter ego, un recurso que yo misma desarrollare en mis novelas. ¿Quieres hablarme de algún alter ego de tu creación? Comparte tu opinión en los comentarios. Te espero la próxima semana y no te olvides en apuntarte al Newsletter si aún no te has apuntado. ¡Qué tengas una semana de novela!