Para cualquier persona que se lance a la aventura de escribir, crear personajes irremplazables es imprescindible para conseguir una novela exitosa. El protagonista será la persona que plantee los conflictos que hagan avanzar la trama y si este es insulso, te servirá de poco formar un entramado digno de Alfred Hitchcock.

Enmarca la personalidad del personaje

Todos actuamos de acuerdo con nuestros deseos, miedos y objetivos, cualidades que vienen enmarcadas por nuestra personalidad. A los personajes de tus novelas les pasa exactamente lo mismo. Tienen su personalidad propia y única, por lo que actuarán guiados por ella. El autor es con diferencia quien más conoce a los personajes, o al menos así debería ser.

Por ello, te recomiendo que si no tienes clara la personalidad de estos con la misma nitidez que vislumbras su aspecto físico te recomiendo que hagas una ficha completa del personaje. Te dejo una página para que practiques un pequeño ejercicio de descripción. En las revistas suelen venir cuestionarios donde hacen preguntas cotidianas sobre cuáles son tus gustos y aficiones para observar compatibilidades. También puedes usarlos para guiarte. Describe a tu protagonista como una persona real, con sus defectos y virtudes.

Debe empatizar con el lector

Los lectores son fieles a las novelas porque en ellas existe un personaje, sea el protagonista o no, con el que logran empatizar. Se sienten atraídos por su forma de ser y pueden identificarse en un momento dado con sus acciones. Cuando lees un libro, puede llegar un momento que pienses “Si yo estuviera en esa situación, haría lo mismo”. Tanto si te sucede lo anterior como si padeces las mismas frustraciones, tristezas y enojos que sufre el personaje, significa que has empatizado con él. Esa es justo la reacción que debes perseguir para crear personajes irremplazables.

Haz que cometan errores

Los personajes perfectos e idealizados son tremendamente aburridos, por eso conviene que los tuyos cometan errores. Recuerda que intentas crear personajes lo más reales posible. Las personas de verdad mienten, fracasan e incluso se tiran pedos de vez en cuando. No tengas miedo de incluir estos ingredientes pensando que tus lectores van a sentirse defraudados con tus personajes, todo lo contrario.

Aportar dosis de realismo en la trama es muy recomendable no solo para crear personajes verosímiles sino para procurar que las situaciones a las que se enfrentan sean interesantes. Incluso aquellos personajes con una personalidad fuerte pueden llorar alguna vez, la incongruencia es intrínseca del ser humano. Resulta un ejercicio mental muy entretenido para el lector estar atento a lo que dicen los personajes. Si siempre dicen la verdad y todo se dice tal cual nunca podrás sorprender al público. Te dejo unos consejos para crear capítulos insuperables.

No te obsesiones con el pasado

Puede que tu protagonista tenga una vida anterior tormentosa pero no te obsesiones con el pasado. A menos que este tenga una implicación importante que defina su personalidad, deberías obviarlo. De cualquier manera, es un error hablar del pasado del personaje ignorando el momento presente. No digo que no menciones nada de su pasado, pues a veces el lector necesitara que lo menciones para entender algunos matices. Sin embargo, ni se te ocurra dedicar un capítulo entero a hablar del pasado de un personaje. Distribuye los eventos anteriores a la trama actual para no saturar al lector. No lo fuerces, a medida que escribas, veras que tendrás muchas oportunidades para hablar del pasado del personaje. Ya sabes que lo bueno, si es breve, dos veces bueno.

Sumérgelo en los conflictos

Al igual que la perfección en los personajes aburre, las situaciones en las que todo va rodado y nunca pasa nada, es como un somnífero para el lector. A menos que seas comercial de Dormidina, deberías renunciar por completo a este tipo de estrategias. Debes sumergir al protagonista en conflictos que le pongan en situaciones peliagudas y hacerle sufrir, aunque al final logre su objetivo.

Incluso puedes plantearte matar a un personaje, aunque debes tener cuidado. Si tu novela tiene pocos personajes y vas matándolos puedes encontrarte en la tesitura de quedarte sin argumento. Como siempre la práctica es la clave para avanzar en el mundo de la creación de historias.

Procura que evolucione

Los personajes, como las personas deben cambiar, es tu responsabilidad como autor/a procurar que evolucionen. Las personas cambian según los acontecimientos que les ocurren, nadie es igual a como era el día anterior. Puede que tu personaje haga cosas al principio del libro y se niegue en rotundo a hacer otras, pero eso puede llegar a cambiar.

En mi caso uno de mis personajes aborrece la violencia y rehúye el uso de esta. Sin embargo, los conflictos que le planteo acaban manchando sus manos de sangre. Por supuesto este cambio es gradual, no esperes tener a un pacifista en un capitulo y en el siguiente que se convierta en un psicópata. Es cierto, que las situaciones muy traumáticas pueden cambiar radicalmente la personalidad de una persona, pero hace falta tener mucha experiencia para hacerlo. Si estás empezando, contén esos impulsos hasta que ganes soltura.

Déjalo interactuar con otros

Rara vez se escriben novelas donde solo aparezca un personaje, lo interesante es hacerle interactuar con otros. A través de esas interacciones puedes mostrar su personalidad en lugar de escribir una retahíla de cualidades, dándole agilidad al texto. Su manera de relacionarse con otros también lo hará evolucionar. Los símbolos también son interesantes para crear personajes irremplazables.

Habrás escuchado alguna vez que cada uno de nosotros somos una media de las cinco personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo. Esto también se extrapola a los personajes literarios, al fin al cabo, también son personas. Es extraño pensar que un chica este en un equipo de futbol entrenando a todas horas y no tenga ninguna influencia de sus compañeras. Como se dice en España, todo se pega menos la hermosura.

Permite que guarde secretos

Todos tenemos secretos y nuestros protagonistas no deben ser una excepción. Si quieres tener protagonistas irremplazables en tu novela es muy interesante que guarden algún secreto. Esto lo he hecho yo misma en mi novela Bajo el mismo sol, y por experiencia te digo que da buenos resultados.

Crear personajes que guarden un gran secreto y soltarlo en un momento de tensión tiene un efecto increíble en público, tanto que no podrán dejar de leer. Si logras crear una montaña rusa de emociones, la misma historia te exigirá personajes con personalidades profundas. Acabaras haciéndolo de manera automática.

No fuerces sus reacciones

Por mucho que quieras avanzar la trama y moldear la personalidad de los personajes, a veces tendemos a forzar las reacciones. Ante un conflicto queremos que el protagonista actúe de una determinada forma, pero sorprendentemente, por alguna razón no estamos felices con esa reacción. Quizás es porque el personaje necesita evolucionar un poco más para tomar esa decisión o su personalidad le empuja a actuar de manera opuesta. Fuera como fuese, piensa en el personaje como una persona y cuando te encuentres con un conflicto de frente, pregúntate como actuaría realmente.

En mi caso, tenía pensadas unas reacciones concretas para mis personajes durante uno de los conflictos y mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que no quedaba bien esa manera de actuar. A veces es mejor, dejar hablar a los personajes y no forzar la trama. Si llegas a conocerlos bien, será muy sencillo.

Espero que estos consejos te inspiren para crear personajes irremplazables que permanezcan en la mente de tu publico durante mucho tiempo. Te espero la próxima semana y si quieres enterarte de todas las novedades apúntate al Newsletter.