En el momento en que comenzamos a narrar nuestra principal preocupación es asegurarnos de crear capítulos insuperables que enganchen de principio a fin. Como siempre es más fácil decirlo que hacerlo. Aun así, aunque seamos escritores noveles no debe intimidarnos la experiencia de otros autores, que además pueden servirnos de referencia. Con práctica y esfuerzo nosotros podemos ponernos a su altura.

Empieza con un buen planteamiento

El primer error que cometemos, sobre todo en el primer capítulo es no empezar con un buen planteamiento. Queremos presentar la situación que ha llevado al personaje a esa escena a fin de que se entienda, pero no nos paramos a pensar si es necesario. Por eso, muchas novelas comienzan narrando una acción en desarrollo en lugar de decir que ha pasado justo antes.

Esto lo utilizan mucho las novelas policiacas en las que nos presentan un detective que resolverá el misterio. En lugar de explicarnos de donde viene el personaje nos lo enfrenta directamente contra el conflicto, en este caso cuando encuentran el cadáver. Después puede hacerse alguna referencia a su vida personal, de donde viene y su entorno. La clave es que la acción ya ha empezado y la curiosidad del lector ya está activada.

Esto no quiere decir que no puedas empezar tu novela de otra manera. Puedes realizar una reflexión profunda o incluso explicar las circunstancias del personaje para poner en contexto a tu lector. Mi consejo es que, si utilizas esta táctica, no te alargues mucho. Hazlo lo más fluido y entretenido posible. Huye por completo de las descripciones infinitas de rasgos y personalidad de tus personajes. Si lo haces, habrás dado el primer paso para crear capítulos insuperables.

Muestra la personalidad de los protagonistas

La mejor manera de mostrar la personalidad de los protagonistas es enfrentarlos con otros personajes. A través de la forma que actúan con ellos, como se mueven y expresan, se intuye perfectamente la personalidad de cada uno de ellos.

Si, por ejemplo, quieres presentar a un personaje con una personalidad impulsiva e irascible puedes enfrentarlo con otro en una reyerta doméstica. Podría sufrir una pequeña broma y hacer un mundo de ella.  No te hará falta decir que se enfada con facilidad, su manera de moverse y expresarse con el otro personaje lo dejará claro. A esto se le llama mostrar, y es una herramienta indispensable que explico más en detalle en El arte de mostrar y no contar milongas.

También puedes hacerlo a través de comparativas. Si estas presentando una escena donde interactúan dos personajes, pueden puntualizar las diferencias que hay en sus personalidades. Esto lo hago en el segundo capitulo de mi novela con madre e hija. ¡Y la descripción de ambas solo me lleva un pequeño párrafo! Por supuesto, uno no excluye la otra y puedes utilizarlas dentro del mismo capítulo. Solo procura no pasarte.

Rompe el statu quo

Todo capitulo posee un equilibrio y antes de terminarlo, debes asegurarte de romper el statu quo. Esto significa que la armonía que impera en la vida de tus personajes debe ser perturbada de alguna forma. Puedes hacerlo a través de un conflicto con otro personaje o un cambio brusco de situación. Esto se entiende mejor con un ejemplo.

Imagina una pareja de recién casados. En capítulos anteriores has dejado claro que se trata de un matrimonio por poderes y que la convivencia entre ellos no es fácil. ¿Qué tal si apareciera la amante de repente? De esta manera rompes el equilibrio y empeoras aún más la situación. Este sería un ejemplo de rotura por un personaje. Veamos un desequilibrio por un cambio de situación.

Tenemos un matrimonio con 5 hijos pequeños. Como en muchas ocasiones, su marido salió a una reunión importante y como muchas noches su familia lo está esperando. De repente llega un policía informando de su muerte ¿Imaginas que pasará ahora? Sin duda llevar una familia en solitario en un reto enorme al que la esposa deberá enfrentarse en solitario. Un desgraciado accidente se ha cargado el statu quo.

¿Recuerdas la boda púrpura de Juego de tronos? Para todos fue un giro inesperado aunque merecido. Sino te lo crees observa las reacciones de algunos fans. Cuando rompemos el equilibrio del capitulo causamos en el lector el mismo efecto que al quitarle la silla a alguien que va a sentarse. Muy probablemente se enfade, pero al principio se queda pasmado/a, preguntándose qué ha pasado y por qué. ¡Ese es el efecto que quieres conseguir en tu lector! Para crear capítulos insuperables debes sorprender al público.

Incluye mas ingredientes en tus capítulos

Ante todo, tienes que procurar que la historia avance, y eso solo puedes hacerlo si incluyes más ingredientes en tus capítulos. Plantear un conflicto en un capítulo y resolverlo en el siguiente está bien, pero si no incluyes un nuevo dato, conflicto o situación, la trama se estancará en ese punto. Será como si empezaras dos tramas distintas sin relación aparente entre sí. A menos que tu libro sea una recopilación de microrrelatos, debes evitar esto a toda costa.

Esa es la razón por la que no debes preocuparte por hablar de todo en un mismo capitulo y dejar información suelta. Puedes retomarla en el capitulo siguiente y enriquecer la historia sin llegar a ser pedante. Esta adicción de ingredientes pueden ser personajes, conflictos, datos, etc, y son necesarias para crear capítulos insuperables.

El descubrimiento de una nueva pista para resolver un asesinato o una simple frase de un personaje puede parecer no tener demasiado sentido. Pero, si lo haces bien, esos pequeños matices tendrán una gran importancia en algún momento de la trama. Por eso, es muy recomendable hacer esquemas de tu novela y perfilar la biografía de cada personaje. Acabaras encontrando puntos en común y podrás moldear los diálogos para enriquecer el texto y hacerlo adictivo.

Juega al despiste con la gente

Una de las cosas que me gusta hacer en mis novelas, es jugar al despiste con la gente que me lee. Me encanta hacer creer a todo el mundo una cosa, moldear los acontecimientos y en un momento álgido, descubrir una verdad opuesta.

Este truco lo utilizo en mi libro Bajo el mismo sol hasta la mitad de mi novela. Durante todo el proceso anterior, me aseguro de hacer creer a todo el mundo que algunos personajes son de una manera determinada o comparten un punto común. Por razones obvias, estos no descubren la verdad por voluntad propia hasta que los pillan. La reacción de la gente en este punto es espectacular.

De hecho, mi lector beta me llamo alarmado diciéndome que me había equivocado en la trama. Cuando le dije que lo había hecho a propósito y que siguiera leyendo, se quedó más tranquilo y pudo comprobar que no era un error. Puede que sea un truco tramposo e imposible de predecir con la información que doy en la novela, pero ¿Acaso no es el deseo de que nos sorprendan lo que nos hace abrir un libro? Obviamente debe ser coherente, verosímil y mostrar la explicación con suficiente detalle para que se entienda, aunque sea a posteriori.

 

Asegúrate de evitar la información innecesaria

Si en algún momento, cuando revises tu novela, ves que puedes prescindir de un capítulo y que no afecta a la trama, puede que tengas información innecesaria.  La sobreinformación aburre a todos los que te leen, pero te aseguró que las referencias que no aportan nada tienen un efecto aún peor. No es necesario, escribir mucho para que se entienda, menos es más y si puedes decir lo mismo con la mitad de palabras mejor.

No quiero decir que escribas como un indio, solo que evites la tentación de dar demasiadas vueltas a lo mismo. En mi caso, en el momento que revisé mi novela, llegue a borrar del plumazo 30 páginas de Word, que son como 50 de un libro de bolsillo. Te aseguro que la trama no se ha visto afectada, a pesar de que en el momento en que lo escribí me parecía imprescindible. Las cosas cambian mucho cuando dejas reposar una novela y la lees con la mente serena. Acabas encontrando muchos errores.

Cuida el ritmo de tus episodios

Llegados a este punto, entiendes lo que deben tener unos capítulos insuperables, pero no descuides el ritmo de tus episodios. Es un error muy común, intentar poner en todos los capítulos un giro inesperado que descabale toda la trama. Si haces eso, el lector esperara siempre un giro inesperado, cada vez más impactante y si fallas le decepcionaras por completo.

Además, leer una novela así es agotador y el efecto del impacto se amortigua considerablemente. Piensa en esto; ¿Cuándo aprecias más el calor de una estufa? ¿Cuándo vienes de la calle congelado a 10 grados bajo cero o cuando vienes de la playa a 40? Si siempre sigues el mismo ritmo, llegara un momento en que no sorprendas a nadie. Como si les administraras un sedante.

Tu libro tiene que ser una montaña rusa de emociones. De ahí la importancia de hacer un buen esquema de tu trama. Puedes apuntar los botones argumentales mas importantes que serán esos capítulos inesperados y que provoquen las emociones más fuertes. Después unirlos con capítulos que no sean tan impactantes, pero si necesarios para entender como llegan a esos puntos álgidos. Así tendrás diferentes grados de expectación y el efecto se sentirá con más fuerza.

Espero que todos estos consejos te sean de ayuda y consigas crear capítulos insuperables en cada una de tus novelas. Como siempre te invito a participar en los comentarios y a unirte al Newsletter si quieres formar parte de la comunidad. ¡Qué tengas una semana de novela!