Encontrar novelas de médicos ambientadas en épocas antiguas es un aliciente para leerlas, sobre todo si te dedicas a ello. Tener un protagonista médico puede hacerte empatizar a un nivel más profundo y las curiosidades históricas son otro motivo para seguir leyendo. En Bajo el mismo sol contamos con la presencia de varios sanitarios cuyos conocimientos salvan vidas. Aunque no se trate de una novela de médicos, este libro incluye bastantes guiños a los usos que se les daba a algunas sustancias. Continúa leyendo para conocer algunas dolencias y métodos curativos patentes en el siglo XVIII incluidas en el libro.

Las fracturas son cosa de barberos

Durante la novela, Walker se encarga de entablillar una fractura a un esclavo. Sin embargo, este no poseía más que la experiencia práctica que permitía su hogar y la lectura de un puñado de libros. Aunque parezca inverosímil, eran los barberos los que se encargaban de curar las fracturas. En este aspecto, el gremio de los barberos controlaba el campo de la cirugía en el siglo XVIII.

El desconocimiento de la anatomía humana provocaba que los remedios digestivos y supurativos que se utilizaban hicieran más mal que bien. Como consecuencia, una simple rotura podría transformarse en una cojera de por vida o en una infección grave. En otras ocasiones la imposibilidad de realizar chequeos más exhaustivos provocaba que las fracturas del fémur se confundieran con luxaciones de cadera. Sería interesante encontrar novelas de médicos que coloquen a los barberos como los curanderos, aunque, por el momento, no he encontrado ninguna que lo haga.

Los tratamientos de opio en las novelas de médicos

Los analgésicos y anestésicos fueron un importante avance para las intervenciones médicas a partir del siglo XVIII. Hasta entonces, una dolencia debía realizarse sin ellos, por lo que el dolor del paciente era lo único seguro. Los avances de la química moderna permitieron que en 1745 un misionero jesuita, José Gumilla, descubriera los beneficios del curare para los tratamientos sanitarios.

En la India de esta época, el opio era más popular para adormecer a los pacientes. Las potencias inglesas comerciaban este con China, forjando un gran interés en incentivar las plantaciones de opio en Calcuta. Durante la novela, se hace hincapié en la presentación de un tarro de opio durante el juicio, como prueba inequívoca de su uso. Este es un pequeño guiño a la historia que se hace desde novelas de médicos como esta.

Las uñas revelan una verdad perturbadora

La muerte inesperada y provocada de un personaje querido causa un gran revuelo, se trate de novelas de médicos o no. El repentino desenlace para uno de los doctores de la trama marca un trágico acontecimiento para algunos personajes y regocijo para otros. Sea como fuere, las franjas en las uñas del sujeto revelan una perturbadora realidad médica.

La intoxicación aguda por arsénico muestra las Lineas de Mee semanas después de la ingesta. Siendo el arsénico uno de los venenos favoritos de nuestros antagonistas, no podía faltar en la trama. Sin embargo, estas líneas no son nada comparadas con los dolores que sufre la víctima y que se describen en la novela. En el siglo XVIII, el arsénico era un veneno muy utilizado por su abundancia y fácil accesibilidad.

Una realidad incómoda de las novelas de médicos

El drama que sacudía a las madres en el siglo XVIII se escenifica en varias ocasiones en la novela. En este periodo, la mortalidad infantil rondaba 250 niños por cada 1000. Lo que hoy nos parecen datos anecdóticos, era una realidad inmisericorde. Los embarazos minaban la salud de la madre y la hacían propensa a contraer infecciones y fiebres que bien podían matarla.

Por tanto, la concepción social iba encaminada a fomentar la idea de tener una elevada descendencia y a la aceptación de la muerte prematura. En el caso de España, las mujeres tenían 5,7 hijos de media, y las diferencias de mortalidad estaban muy marcadas por factores sociodemográficos. No fue hasta finales del siglo XVIII, cuando el descubrimiento de la vacunación redujo considerablemente la mortalidad.

 

Estos son algunos de los acontecimientos relacionados con la salud, que introducen Bajo el mismo sol en las novelas de médicos. Sin ser el ámbito científico uno de los pilares de la trama, se permite hacer algunos guiños a la medicina del siglo XVIII. Gracias por leer hasta el final, suscríbete al Newsletter para no perderte las novedades si aún no lo has hecho. ¡Qué tengas una semana de novela!

 

Bibliografía

  • 2014. Revista de Demografía histórica. Disponible en: https://www.adeh.org/revista/2014,%202/RDH%20XXXII%20(II)%202014%20F%20Dopico.pdf
  • 2009. La toxicidad del arsénico. Disponible en: https://www.atsdr.cdc.gov/es/csem/arsenic/evaluacion_clinica.html
  • Mortalidad infantil en España en el siglo XVIII. Disponible en: https://www.modernalia.es/items/show/300#:~:text=Estas%20tendencias%20privilegian%20a%20la,42%2C%20mientras%20que%20para%20la
  • 2013. Evolución histórica de las ideas en el tratamiento de fracturas trocántericas. Disponible en: https://www.portalsato.es/documentos/revista/Revista13-2/2013-2.%2003.pdf
  • 2006. John Hunter, el primer investigador de ortopedia. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or-2006/or062k.pdf