Las historias interconectadas de nuestros personajes son las que dan forma a la novela, y al escribirlas, debemos tener cuidado para sortear los errores frecuentes al crear tramas. Estas deben tener una agilidad, verosimilitud y sentimiento que permitan al lector perderse en ella, y sobre todo disfrutarla. Te dejo algunos consejos para evitarlas.

Cambios bruscos de personalidad

Si algo caracteriza a la trama de una buena novela, es la calidad de sus personajes. Por tanto, estos, independientemente del lugar que ocupen en la trama, deben mostrar una evolución. Obviamente no estamos hablando de personajes extra que solo aparezcan una vez y no vuelvan a verse, sino aquellos que participen ampliamente en la historia.

Siguiendo esta línea un personaje principal que no aprenda nada de sus andanzas, estará siempre encasillado en el mismo lugar. Tus lectores sentirán que tu trama no evoluciona y sobre todo serán incapaces de empatizar con tus personajes. Te dejo unos consejos para crear personajes que animen tus tramas.

Finales infumables y chocantes

Haces todo el trabajo de escribir una trama fascinante y cuando toca poner el broche de oro, le pones una chapa oxidada. De los errores frecuentes al crear tramas, mi favorito es el final de la serie Los Serrano, donde resulta que todo es un sueño. No dudo que el final fue chocante, pero no para bien precisamente. La razón es porque este final se ha cargado de golpe con una de las premisas más importantes de una buena trama, la verosimilitud. Esa dosis de realismo y verdad que hace la trama interesante y donde el público pueda identificarse.

Los sueños suelen ser secuencias del subconsciente que se caracterizan por ser incompletas y no tener mucho sentido. En mi caso particular, me cuesta acordarme de todo lo que sueño. Esto me parece incompatible con el hecho de que una persona pueda soñar toda una serie de sopetón y por las buenas. Un final infumable que chirría bastante.

En mi novela Bajo el mismo sol, tengo un final agridulce. Luchar por la libertad esta genial, pero conlleva sacrificios y no todo sale exactamente como una quiere.

El buffet de los géneros literarios

Muchos autores tienden a la mezcla de géneros. Sin embargo, según qué géneros esto puede ser contraproducente para tu historia. Escenificaré este ejemplo con la serie Outlander donde se mezcla la historia con la ciencia ficción. Concretamente una pareja del siglo XX viaja en el tiempo hasta el siglo XVIII.

No niego que el choque cultural puede ser interesante para una trama, pero ¿Es necesario tener un viaje en el tiempo para conseguirlo? ¿Te paseas por la Pedriza y apareces en la corte de Felipe V? La historia esta llena de ejemplos de choques culturales, tienes margen de sobra. A mi personalmente no me gusta. Muchos creen, erróneamente, que mezclando dos géneros diferentes logran ganarse al público de novela histórica y al de ciencia ficción. Lo que hacen en realidad es atraer al escaso público de ambos gremios que les gusta esa mezcla.

Mezclar dos géneros tan diferentes y que quede bien es difícil y si acabas de empezar, vas a tenerlo complicado para atraer al público. Te recomiendo que antes de editarlo hagas una presentación con personas de confianza. Ellos te dirán si la mezcla que has creado esta, o no, bien ensamblada. Si no es creíble cometerás uno de los errores frecuentes al crear tramas en tus novelas híbridas.

Seguir las modas porque sí

Aunque pueda ser atractivo aprovechar el tirón de una tendencia determinada, seguir las modas a ciegas no es recomendable. Las modas como tales se pasan y si no quieres quedarte en la estacada, será mejor que no te fijes solo en ellas para escribir tus tramas.

Usa la imaginación y no te dejes influenciar por lo que la sociedad demanda en este momento y crea una historia que apetezca leer. Por supuesto si te dedicas a escribir por dinero y el proceso creativo no es una prioridad para ti quizá te compense. Si ese es el caso, asegúrate de escribir libros cortos, no vaya a ser que la moda se pase cuando lo termines.

La tolvanera de los clichés

Crear distintos personajes con una historia individual que se conecte en algún momento con la trama de la novela es necesario y puede hacerte caer de lleno en los clichés. Esto revela un escaso trabajo en el proceso de descripción psicofísica de tus personajes, y los hacen poco atractivos para el lector. Este es sin duda uno de los errores frecuentes al crear tramas más comunes entre los escritores.

Procura evitar los tópicos y crear personajes con personalidad. Dejo a tu disposición una serie de consejos para evitar los típicos errores al crear personajes femeninos. Por supuesto, también tienes otro artículo donde puedes consultar los típicos clichés masculinos. Seguro que te son de gran utilidad.

Encuadrado de fechas y eventos

Este punto no suele afectar a las personas que escriben un solo libro, pero para los que escribimos varios es una parte importante. En mi caso, que escribo una saga de novela histórica, las fechas y los eventos son muy importantes. Debo cuadrar con detalle los elementos ficticios que conforman la vida de los personajes. A ello se le suma la dificultad de tener en cuenta los eventos históricos que ocurren.

Por ejemplo, en mis precuelas debo cuadrar la historia de los personajes para que coincidan en el mismo lugar al mismo tiempo. También he de tener en cuenta los eventos históricos que ocurren en el lugar donde se encuentran. Esto se traduce en mucho trabajo, por lo que los esquemas son de suma importancia. ¿Recuerdas las pizarras de las películas de detectives con los cordones rojos? No te vendría mal un esquema de ese tipo para no liarte si escribes sagas, trilogías, etc…

El legado y la moraleja de la historia

Llegara el día en que debas presentar tu libro al mundo y debes tener claro de que trata. Parece una obviedad, pero los que escribimos muchas veces estamos tan en nuestro mundo que nos cuesta hablar en público. Nuestras ideas suenan muy coherentes y bonitas en nuestra mente, pero luego las dices en voz alta y no suenan tan bien. La gente te mira como si no entendiera a que te refieres.

Yo me he tomado la molestia de adaptar mis pensamientos a un lenguaje directo y sencillo. Al menos esa es la sensación que tengo y te dejo el vídeo de mi primera entrevista de mi novela para que me des tu opinión. Si tu novela toca un tema transcendental y complejo, te aconsejo que practiques expresarte en público. Mejor hacer el ridículo en casa con tus amigos que en una feria de más 50 personas.

Ideas metidas con calzador

Ya tienes tus personajes dibujados con su personalidad bien trazada y tu trama. Sin embargo, a la hora de escribirla te das cuenta de que las reacciones o la evolución de la historia no pega con el personaje. Puede parecerte que estoy loca con lo que voy a decirte, pero tus personajes te hablan.

Si dibujas la personalidad de un personaje con suficiente detalle sabrás si la evolución que sigue la trama combina bien con él. Esto me paso a mi en cierta ocasión. Tenía una escena para un personaje concreto, pero cuando llegue la reacción que tenía guardado para él, no quedaba bien. La cambie y la trama quedó más ágil y, sobretodo, más verosímil.

Ortografía y aspecto del texto

Hemos llegado a un punto que normalmente recae en las personas que se encargan de la corrección. Aún, así como autor también tienes tu parte de responsabilidad asegurarte de que no haya errores ortográficos que enmarañen la lectura. Si te encargas de la corrección por tu cuenta debes tener extremo cuidado. El cerebro suele corregir automáticamente un texto mal escrito y si tu lo has creado, te será más difícil ver errores. Si tienes ayuda, la parte que te pase desapercibida puede que resalte a los ojos de otra persona.

Por otro lado, el texto debe describir las escenas lo bastante bien para que el lector pueda imaginarlas. Igual de mal esta describir una escena con demasiados detalles que quedarse corto. Intenta encontrar el punto medio y apóyate en la opinión de tus lectores beta.

Hasta aquí algunos errores que he encontrado, ¿tienes alguno más? Comparte tu opinión y no dudes en apuntarte al Newsletter si aún no lo has hecho. ¡Qué tengas una semana de novela!