Sería difícil dar una pauta clara sobre como estructurar los capítulos de nuestra novela. En general, los capítulos no tienen otra utilidad que ayudar a realizar una lectura cómoda y fluida. Sin embargo, es necesario estructurarlos lo mejor posible y como veras, conviene seguir unas pautas concretas.

Extensión de la novela

Teniendo en cuenta el objetivo de los capítulos, la extensión de la novela cobra un valor fundamental. En el momento en que escribes una novela larga, conviene que la fragmentes en capítulos. Simplemente porque no la puedes leer del tirón. De esta manera, el lector podrá recordar con mayor facilidad por donde se había quedado para retomar la lectura. También ayudará a su comprensión.

Siguiendo esta premisa, cuanto más larga sea una novela más capítulos tendrá. Pero ¿Cuántas páginas tendrá cada capítulo? Este punto se resuelve sabiendo que clase de escritor/a eres y es bastante subjetivo. Algunos, emplean de 8-10 páginas para una novela de 250 páginas, mientras que otros, como Tolkien, emplean unas 15 páginas por capítulo para El Señor de los Anillos.

En este momento, estoy leyendo El Alquimista impaciente de Lorenzo Silva. Este escritor tiene una media de 12-13 páginas por capitulo siendo un libro de 280 páginas. Como ves, no existe una regla clara para estructurar los capítulos de una novela. Por eso, utiliza el número de páginas que te resulte cómodo escribir y leer. Lo único que te recomiendo es que procures que el texto este proporcionado.

Contenido interesante para estructurar los capítulos

Más importante que la extensión, es el contenido de los capítulos. Cada uno de los capítulos debe terminar con broche de oro. Con esto, me refiero a que debe dejar al lector expectante. Deseoso de saber más y continuar la lectura.

Si escribes una novela con la misma cantidad de páginas en todos los capítulos y con una excelente ortografía y estilo, tendrás una excelente estructura. Eso no significa que la novela sea buena o que de ganas de leerla. Algo que debes marcarte a fuego en la mente es que lo importante es la trama. A partir de ahí, se desarrollará todo lo demás.

Si tu trama resulta pedante e insípida, el lector no perderá un segundo más de su tiempo. Te desechara y a otra cosa mariposa. Por ello, debes procurar montar una trama verosímil, emocionante y asegurarte de causar intriga al final. De esta forma, el lector no tendrá mas remedio que leerte si quiere saber cómo se resuelven los conflictos. Cuando se quiera dar cuenta se habrá terminado el libro.

Esto lo hace muy bien Mario Puzo en su novela El Padrino. En el primer capítulo nos presenta situaciones verosímiles de tres personajes distintos, atrapados en un problema, el cual solo Don Corleone puede solucionar. Al instante te hace pensar, ¿Quién es ese omnipresente benefactor, al que todo el mundo acude? ¡Necesitas seguir leyendo para saberlo!

Como comenzar la acción

Retomando el punto anterior, El Padrino nos narra una acción en desarrollo al comenzar el capítulo. Amerigo Bonasera esta en medio de un juicio de agresión contra su hija y el escritor nos introduce cuando el juez va a dictar su veredicto. No nos explica desde el inicio que ha pasado, sino que se limita a relatarnos lo que el personaje esta viendo y sintiendo en ese momento.

Este método profesional de narración se llama in medias res. Es una expresión procedente del latín que significa “en medio de algo”, porque el capítulo empieza en mitad de una acción o al final de esta.

Muchos autores lo utilizan y da muy buenos resultados. Le proporciona agilidad e intriga al texto desde el minuto uno. Algo muy importante si quieres enganchar al lector. Sin embargo, no debes conformarte con eso, todo el capitulo debe rebosar de creatividad.

Continuar y acabar la trama

Siguiendo la inercia de empezar la acción in medias res o mediante otro método, la trama debe continuar. No deberías enfrascarte en descripciones y dejar de lado el hilo argumental. La acción necesita desarrollarse y dejar los cimientos para el capítulo siguiente.

Si tienes un cambio de escenario o de tiempo debes indicarlo. Si no, el lector se acabara perdiendo y tu novela quedará plagada de lagunas. Ni siquiera en ciencia ficción los escenarios y los tiempos se teletransportan. Si te saltas este paso, el lector podría llegar al capítulo siguiente sin saber que ha pasado entre medias. No dejes flecos sueltos en tu trama.

Para terminarla, existe un método muy socorrido y eficaz llamado cliffhanger. Este término proviene de EEUU y significa “colgado de un precipicio”. Consiste en utilizar un final impactante que quede sin resolver. De esta manera, el lector estará impaciente por saber cómo culminas el asunto.

Por ejemplo, imagínate una familia huyendo de la Alemania nazi. Uno de los familiares se marcha para conseguir información y se encuentra con un comandante de las S.S, ¿Qué pasara? ¡Sería un final impactante para un capítulo!

 

Si tienes más consejos para estructurar los capítulos no dudes en opinar. A tu disposición te dejo el artículo ¿Cómo documentarse para escribir novelas?. Apúntate al Newsletter si aún no lo has hecho, ¡Qué tengas una semana de novela!