Miri帽aque, basqui帽a o bobillo son t茅rminos desconocidos actualmente, aunque comunes en la moda femenina del siglo XVIII. La evoluci贸n de la moda femenina de este siglo sufri贸 una acusada inflexi贸n a ra铆z de la Revoluci贸n Francesa. Reflejo de un cambio ideol贸gico y pol铆tico, la moda femenina del siglo XVIII presenta diferentes facetas.
La moda antes de la Revoluci贸n Francesa
Ligada a la imagen de frivolidad y exuberancia que se le atribuye a Mar铆a Antonieta, la moda del siglo XVIII sigui贸 directrices paralelas. La aparici贸n de costureras de renombre como Rose Bertin, convirti贸 Francia en un referente de la moda.
Vestidos de llamativos colores, elaborados bordados y pomposos peinados eran habituales en las cortes francesas del siglo XVIII. Caracter铆sticas que f谩cilmente pod铆an trasladarse a otras cortes europeas.
La dama del siglo XVIII que fuera a la moda deb铆a decantarse por amplias faldas y apretados cors茅s. Vistiendo prendas de terciopelo, seda o brocado, de colores llamativos y decoraciones elaboradas. Igual importancia se daba a los accesorios como guantes y abanicos.聽
Problemas de la moda femenina del siglo XVIII
Con todos los beneficios que podr铆a proporcionar vestir con distinci贸n, la moda femenina no estaba exenta de problemas. Los apretados cors茅s imped铆an a muchas respirar con libertad. Por esa raz贸n era habitual tener anillos huecos con rap茅 en su interior. De esa manera, el olor intenso del rap茅 pod铆a evitar un inminente desmayo.
El miri帽aque constre帽铆a en gran medida el movimiento. Tareas como salir dos a la vez por la misma puerta o tomar el mismo carruaje eran imposibles. En casos extremos, tener un armaz贸n atado al cuerpo aumentaba el peligro de muerte si la falda se prend铆a accidentalmente. Raz贸n por la que el uso de miri帽aque se prohibi贸 en la industria y el servicio dom茅stico.
No obstante, y como contraparte a los problemas de esta tendencia en la moda femenina, destacan ciertos beneficios. El respeto que incitaba la ropa femenina la hac铆a perfecta para el contrabando. La amplitud del miri帽aque permit铆a esconder mercanc铆as sin declarar.
Distinci贸n entre clases a trav茅s de la moda femenina
El uso de telas como la seda o el terciopelo imposibilitaban que mujeres con escasos recursos disfrutaran de un vestuario moderno. Seguir las tendencias de la moda femenina del siglo XVIII era, a priori, excluyente de las clases m谩s bajas.
A pesar de ello, algunas de estas mujeres pod铆an llevar prendas similares confeccionadas con textiles m谩s asequibles. Incluso pod铆an usar miri帽aques de caucho, m谩s baratos que los modelos de hierro o huesos de ballena.
Por otra parte, no estaba bien visto repetir con el mismo vestido, a menos que se le incluyera una modificaci贸n sustancial. Por ello, si la relaci贸n entre se帽ora y criada era buena, la segunda pod铆a esperar heredar ropa de la primera.
Sin embargo, y c贸mo ocurre en todos los 谩mbitos de la industria, el textil fue abri茅ndose hacia la poblaci贸n. Ya en el siglo XIX, la reina Victoria de Inglaterra admitir铆a no ser capaz de distinguir el rango de una mujer por su vestimenta durante su viaje a Par铆s.
La moda despu茅s de la Revoluci贸n Francesa
La Revoluci贸n Francesa es un punto de inflexi贸n en muchos aspectos. Los enfrentamientos entre aristocracia y nobleza, la decadencia econ贸mica y el descontento del vulgo produjeron cambios pol铆tico-sociales sin precedentes. Por supuesto, esta nueva tendencia tambi茅n afecto a la moda femenina.
El extravagante estilo rococ贸 que tanto prestigio hab铆a acumulado durante el siglo XVIII se consideraba antirrevolucionario. Las sedas dejaron paso al algod贸n y la muselina, surgiendo nuevas indumentarias como los sans-culottes.
Las mujeres abandonaron los cors茅s y las telas pesadas. En su lugar, optaron por vestidos vaporosos y di谩fanos, de cintura alta y figura natural. Similares al estilo griego cl谩sico, con escotes redondeados, brazos desnudos con faldas de corta y elegante cola. Un cambio radical que caracteriz贸 la moda femenina tambi茅n durante la 茅poca napole贸nica.
Al estar ambientada en otras partes del mundo, la vestimenta post-revolucionaria no aparece en la novela Bajo el mismo sol. Si deseas conocer mejor los entresijos de la moda femenina antes de la Revoluci贸n Francesa te recomiendo la lectura de La modista de la reina.
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