Describir un personaje que no es de nuestro sexo puede plantearnos dificultades así que te daré algunos consejos para evitar los mayores errores al crear personajes femeninos. Aunque comprobarás por ti mismo que las autoras no estamos exentas de cometer estos fallos.

No tratar a las mujeres como personas normales

Una de las mayores meteduras de pata que cometen los escritores es no tratar a las mujeres como personas normales. Tienden a idealizarlas o encasillarlas de tal manera que los eventos más cotidianos de la vida, los ignoran por completo. Muestran una descripción repleta de clichés donde la cotidianidad no tiene cabida. Las mujeres eructamos, los sacamos mocos y nuestra mierda no huele a flores. Así que descríbela como lo harías para ti, con defectos y virtudes.

Desconocer las peculiaridades biológicas femeninas

En muchas ocasiones desconocer las peculiaridades biológicas femeninas, hace que el autor caiga de lleno en errores. Si le toca describir una escena donde la mujer tiene la menstruación o está embarazada va a tener dificultades para describir las sensaciones. Incluso los típicos síntomas de ambas posibilidades pueden manifestarse de manera distinta según la mujer. Por ejemplo, yo solo tengo dolores fuertes en la pelvis un día, antes de empezar a sangrar. Sin embargo, una de mis amigas tiene unos dolores tan fuertes y continuos que toma medicación contra el dolor. Con los embarazos pasa lo mismo. Yo no tengo hijos, pero seguro que tu conoces una mujer que sí, ¿Por qué no le preguntas como se sintió ella?

Subestimar la inteligencia de las mujeres

No dudo de que en algunas novelas haya personajes estúpidos, pero no deberías subestimar la inteligencia de las mujeres y utilizarla en un personaje continuamente. Si lo haces te pondrás en contra a una gran parte del público. Puedes tener un personaje femenino ingenuo, pero asegúrate de que evolucione a una versión más interesante. Un ejemplo de esto es el personaje de Sansa Stark, una jovencita de alta cuna embelesada por las historias de canciones y caballeros que se ve inmersa en el Juego de tronos. De cualquier manera, no caigas en la creencia que todas las mujeres somos estúpidas por el simple hecho de no tener un apéndice colgando entre las piernas. Normalmente las personas estúpidas lo son por su educación, no por su sexo.

Pensar que sus preocupaciones son limitadas

Si algo puedo decir sobre mi condición femenina es que nos paramos a pensar en todo y nos preocupamos demasiado por muchas cosas. En algunos libros se pone a la mujer como una persona a la que solo le preocupa su aspecto físico y la percepción que tienen los demás sobre ella. Somos animales sociales y es inevitable que en algún momento nos preocupe la opinión de los demás, pero ¿acaso no hay hombres que se preocupan de su aspecto físico? Este encasillamiento es uno de los mayores errores al crear personajes femeninos.

Presentarla siempre con el mismo aspecto

Si una mujer va a una fiesta o una reunión social suele ir ataviada para la ocasión, pero presentarla siempre con el mismo aspecto no tiene sentido alguno. Si nuestra protagonista esta recién levantada o cae en un charco de barro, no creo que salga con el maquillaje intacto y como si nada. En el primer caso parecerá un adefesio y en el segundo una rata mojada, así que no la describas como si fuera una ninfa. Lo mismo ocurre con el aspecto físico de la protagonista, no siempre tiene porque ser siempre hermosa. Podría ser fea perfectamente, aunque dependerá del objetivo que persigas. Las personas somos superficiales y todo nos entra primero por los ojos. Quizá una mujer poco agraciada no sea una fem fatal, pero su inteligencia puede ser su mejor arma.

Ignorar los impulsos y las pasiones

Nosotras estamos sujetas a los mismos deseos que los hombres e ignorar los impulsos y las pasiones es un error común entre algunos escritores. Se tiende a privar a los personajes femeninos de la iniciativa para las escenas de alta tensión, como las políticas y bélicas. Así que inclúyelas en conversaciones interesantes y que su opinión cuente como la de sus homólogos masculinos. Lo mismo ocurre en las escenas sexuales, donde habitualmente el hombre lleva la iniciativa. ¿Y si cambias los roles de vez en cuando?

Incongruencias en el perfil curricular de tus personajes femeninos

Otro de los mayores errores crear personajes femeninos es meter incongruencias en su perfil curricular. En infinidad de novelas aparecen personajes femeninos que tienen una amplia experiencia en su campo pero que además son jóvenes. En situaciones reales se necesitan años de experiencia para ocupar un puesto de responsabilidad en una empresa. ¿Es normal entonces que una mujer de 30 años o menos sea directora de una gran corporación o tenga un puesto militar superior?

Lo más probable es que se necesiten muchos méritos y tiempo para llegar a esos puestos. Es cierto, que hay gente que accede joven a cargos de responsabilidad, pero son casos excepcionales. La verosimilitud es lo que permite que tu público pueda identificarse con tus personajes. Procura que su perfil curricular también refleje esa dosis de realismo.

Encasillarla como la dama en apuros

Muchas veces me encuentro en películas y novelas mujeres que parecen muy empoderadas, pero a la hora de la verdad aparece un hombre. Estas situaciones las veo más veces de las que me gustaría. Resulta extraño que después de tanta preparación la heroína de turno sea salvada por un hombre. Piensas ¿para que ha servido tanto entrenamiento y preparación? Hazte un favor y si vas a poner una guerrera en tu historia asegúrate de que sea una guerrera de verdad. Si piensas que las mujeres en la historia no han sido luchadoras te recomiendo la historia de Ana María de Soto.

Ensombrecer sus méritos tras la figura de un hombre

Parece que los méritos propios de las mujeres no tienen ningún valor para muchos escritores y solo se enaltecen cuando saben que hay una figura masculina detrás. Cuando interactúan con otros personajes y expresan sus competencias no se les da importancia hasta que no se enteran de que la han enseñado un hombre. Tienden a pensar que una mujer no puede aprender a partir de su experiencia y sacar conclusiones propias. Si quieres ganar lectores evita los tópicos. Si los incluyes asegúrate de diluirlos entre un mar de personajes femeninos interesantes.

¿Significa eso que no puedes crear una mujer estúpida y dependiente? Claro que puedes crearla. Lo que te digo es que procures tener riqueza de personajes femeninos para darles diferentes roles. Así no convertirás en regla general ninguno de los puntos anteriores y ganaras más seguidores. Si vas a incluir escenas machistas, hazlo, pero procura dejar claro que condenas ese tipo de acciones. Con ridiculizarlas a través de las acciones de los personajes o sus descripciones será suficiente.

Espero que estos consejos te sirvan y evites los mayores errores al crear personajes femeninos. Nos veremos la próxima semana para hablar de los fallos que se cometen con los personajes masculinos. ¿Quieres compartir algún otro fallo que se me haya pasado? ¡Participa en los comentarios! Si no quieres perderte nada y conseguir beneficios exclusivos apúntate al Newsletter. ¡Qué tengas una semana de novela!