Muchas historias distintas se han contado sobre el proscrito Robin Hood, definiéndolo como un saqueador de ricos la mar de altruista. Sin embargo, ¿estamos ante una figura real o ante una leyenda producto de la imaginación?

Una amalgama de proscritos reales

No existen referencias históricas sobre la figura de Robin Hood lo que sugiere que su existencia fue una amalgama de proscritos reales que dieron paso a una leyenda. Si existen referencias a varios proscritos de la época, como por ejemplo un fugitivo llamado Robert Hod al que expropiaron sus bienes en 1226 o William Robehod, un proscrito del año 1262. Como ellos hubo otros, pero diferían mucho de la idealizada imagen de un proscrito justiciero.

El uso de Robin Hood se asociaba mas bien a una especie de alías para identificar a los proscritos y asaltadores de caminos. La presencia de juglares y cantares de gesta sobre el proscrito Robin Hood llegaron a su máxima difusión durante el siglo XV como un elemento más de la cultura medieval de la época. De cualquier forma, las políticas opresoras de la época incentivaron en gran medida la imaginación de muchos.

La tiranía que inspiro la rebelión contra el poder

Una de las razones que se atribuyen a la aparición de la figura de Robin Hood, fue la tiranía de un rey que hostigaba a sus súbditos con unas leyes crueles y unos impuestos abusivos. Históricamente los cuentos relacionadas con el proscrito Robin Hood colocan al rey Juan como el hostigador del pueblo, un rey basado en la figura del verídico Juan sin tierra.

Este hombre logró gobernar Inglaterra a pesar de ser el menor de los hermanos destinados a heredar. En esta época las intrigas políticas, las guerras y las traiciones eran constantes y aplicadas indistintamente tanto dentro como fuera de la familia. Las acciones déspotas que la figura real podía ejercer durante el siglo XIII las tenéis más detalladas en el artículo anterior sobre la Carta Magna.

A pesar de sus reformas, catalogar a este rey como el peor que hubo en Inglaterra sería faltar a la verdad. Los enormes privilegios que un rey obtenía por el simple hecho de serlo le otorgaban inmensos poderes, por lo que muchos estaban tentados a ejercerlos con egoísmo. Como es esperable, pocos reyes de la Edad Media se podían salvar de ese estigma.

La proliferación de proscritos

A causa de las difíciles situaciones de pobreza que la población vivía en aquella época, muchos de ellos recurrían al robo para sobrevivir. Las principales carreteras de paso en muchas ocasiones era la manera más rápida de llegar a las ciudades, e incluso a veces la única. Estas se convertían en auténticos campos de cultivo para las emboscadas.

Por supuesto, también los había que robaban por placer y no por necesidad. Aunque pueda pensarse que la nobleza estaba blindada ante los arbitrajes del rey, esto rara vez era así. Como súbditos suyos estaban obligados a acudir a las guerras que su rey ordenara y ni siquiera las mujeres se libraban de sus consecuencias. Estas podían ser vendidas al mejor postor incluso si eran nobles. Las leyes déspotas del medievo afectaban a todos por igual. Bien es cierto, que una persona noble podía amortiguar los efectos negativos que derivaran de una orden real e incluso negociar su inmunidad. Evadirlas por completo, sin embargo, no estaba a su alcance.

Robar a los ricos para dar a los pobres

Como es comprensible el mensaje de Robin Hood ha tenido cabida en nuestra sociedad por el altruista mensaje que transmitía robando a los ricos para dar a los pobres. Una bandera de guerra que incluso hoy día, sigue perturbando a una gran parte de la sociedad. No obstante, ¿Cómo de altruista puede ser una persona que roba a otra? ¿Es preferible una sociedad que respete la propiedad ajena u otra que piense que el fin justifica los medios?

Independientemente de lo que pienses, la incongruencia y la contradicción acompañan al ser humano durante toda su vida, y tus novelas proyectaran mensajes más profundos y elaborados si te aseguras de crear personajes tan complejos como las propias personas. También te recomiendo que si quieres escribir sobre una leyenda utilices la historia para crear el lienzo sobre donde la pintes.

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