Tendemos a olvidarnos de las actitudes necesarias para escribir, pero la perseverancia es la joya de la corona para los escritores. Sin ella, es imposible mejorar en un mundo donde se exige cada vez más y debemos procurar utilizarla a nuestro favor para llevar nuestras obras a la excelencia.
¿Qué es la perseverancia?
La perseverancia es la actitud que permite a cualquier persona sortear los obstáculos que sus proyectos plantean. Ya sea para aprender a tocar un instrumento o escribir un libro, se necesita determinación y constancia para llevar a cabo nuestro objetivo. La mezcla de ambas actitudes es lo que conocemos como perseverancia. Llegados a este punto seguro que te has dado cuenta de que la perseverancia es la joya de la corona para cualquier profesional y no solo para los escritores.
Los defectos que dilapidan nuestra perseverancia
Aunque lo deseable sea tenerla siempre presente, somos personas y como tales, presas de sentimientos que pueden dilapidar nuestra perseverancia. En mundo actual esta lleno de talento y muchas veces nos sentimos abrumados por ello. Tendemos a desvalorizarnos y a mirar a escritores famosos como si fueran estatuas inalcanzables, pero te diré un secreto. En algún momento de sus vidas ellos estaban en el mismo punto de partida que tú, así que no te obsesiones con el tiempo. No pienses que te has estancado, solo necesitas dedicarle más horas para aprender. Así que no seas impaciente y sigue adelante.
Por otro lado, está la indisciplina que impide que nos tomemos en serio esos pequeños pasos diarios que nos conducen hacía el éxito. En una sola frase, la disciplina es “hacer lo que debes, incluso cuando no tienes ganas de hacerlo”. Un sinónimo sería la constancia, esa cualidad que nos permite dedicar nuestra energía a un proyecto de manera continua. Sin poner por encima otros deseos que a falta de llevarnos a nuestro objetivo nos aleje de él. Por ejemplo, a mí me encanta el anime, pero si tengo que escribir un artículo para el blog lo hago, aunque no me apetezca. Después recompenso mi esfuerzo con una película de anime. La sensación es enormemente reconfortante, pues has dejado la tarea echa y además te has dado un capricho, ¿Quién dijo que no puedes tener las dos cosas?
Por último, está el miedo. Es con diferencia, el peor de todos y el que más atenaza a las personas. Nos impide hacer lo que queremos hacer y nos paraliza ante los problemas. El temor por fracasar es tan fuerte en algunos casos que nos hace abandonar a la primera. Por eso el mundo esta lleno de personas que empiezan proyectos pero que jamás los terminan. Como dijo George R.R. Martin, el escritor de Canción de Fuego y Hielo, el miedo hiere más que las espadas.
Las recompensas de ser perseverante
Como es de esperar la recompensa de ser perseverante es terminar los proyectos que te has propuesto a empezar. No importa que no seas una eminencia en tu género, pronto descubrirás que esos pequeños pasos, te conducirán muy lejos. Muchos se trazan una meta y se desilusionan cuando no pueden alcanzarla, hasta el punto de abandonar.
Yo te diría que en lugar de medir tus progresos por la distancia que te aparta de la meta, lo midieras con el punto de salida. Si has mejorado, aunque sea una migaja ya estas progresado. Si te encuentras estancado, intenta cambiar el método, pero por favor no cambies la meta. Imagínate si de pequeño te hubieses caído y hubieses dicho, ¡Esto no es para mí! Serías un adulto gateador con las piernas de adorno… ¡Qué vergüenza! Aunque no te acuerdes, aquello te llevo años y seguro que te pusiste super contento al conseguirlo. El esfuerzo constante tiene sus recompensas indudables en el medio y largo plazo. Por eso la perseverancia es la joya de la corona para terminar cualquier proyecto.
Piensa en los expertos de cualquier campo
Si algún día estas con la autoestima baja ponte, YouTube, y busca alguna entrevista de algún escritor famoso que admires. Te sorprenderá como han empezado ellos y te hará ver las escasas diferencias que tienen contigo. No solo puedes hacerlo con escritores, también con cualquier otro artista.
Piensa en un actor o en un músico famoso, ninguno de ellos se levantó un día con fama y fortuna. Tuvieron que trabajar mucho e incluso hoy día siguen trabajando para conseguir estar ahí. A ti te pasará lo mismo un día, la gente admirará tu progreso, pero muy pocos estarán dispuesto a hacer los sacrificios para estar ahí. Excepto tú, porque eres perseverante ¿O no?
Hazte con una razón poderosa
Flaquear en momentos de zozobra esta al alcance de cualquiera, por eso tener una razón poderosa puede salvarte de tirar la toalla en el punto álgido. Mi razón poderosa, por ejemplo, es tener la libertad financiera que mi familia jamás ha tenido. Estar sin un jefe arbitrario que me diga lo que debo hacer y dejar un legado que permanezca en el mundo incluso cuando yo me muera.
Como ves ambas dependen de mi y por ello la perseverancia es la joya de la corona sin la cual no hay posibilidad de conseguirlas. Si no tienes claro la razón por la que escribes te recomiendo que la tengas clara, así podrás recordarla cuando los malos momentos aparezcan. Por último, te dejo una frase de mi invención que considero te será de utilidad.
No todos los caminos se construyen con el talento, pero todos ellos son producto de la perseverancia.
Victoria Munilla Giménez.
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«Inténtalo y fracasa, pero no fracases en intentarlo» – Stephen Kaggwa –
No cometas el error de matar tus sueños al ponerte límites para lograrlos.
Estupenda reflexión Álvaro. 🙂