Desde la antigüedad, el ocio y la necesidad de superar a otros ha estimulado la creación de multitud de deportes, entre ellos el boxeo. Esta competencia ha sufrido enormes transformaciones a lo largo del tiempo, permitiendo que de él deriven infinidad de disciplinas. La historia del boxeo es tan antigua como las civilizaciones humanas, cuyos beneficios dejo a tu disposición.
Los primeros años del boxeo
Entendiendo el boxeo como un deporte de contacto entre dos púgiles, sus primeros años se ubican en épocas muy antiguas. Su primera referencia se remonta a los alrededores de Etiopía en el año 6000 A.C. No tardó en difundirse por todo el continente africano hasta influenciar a las civilizaciones egipcia y mesopotámica.
Estos dos pueblos practicaron el boxeo con sus peculiaridades propias, y difundiendo su practica por la actual Europa y Asia. Sin embargo, fue en el año 688 A.C donde el boxeo se incluyo en los Juegos Olímpicos de Grecia, alcanzando una gran popularidad.
A pesar del prometedor deporte y su difusión por griegos y romanos, la caída de estos últimos y el surgimiento del cristianismo cortó su práctica. Esto no sucedió en Asia donde el boxeo siguió teniendo protagonismo como deporte de contacto. Dando variaciones que desembocaron en deportes tan conocidos en la actualidad como el Muay Thai.
Un deporte despiadado
La imagen actual del boxeo es la de una competencia sana y que no conlleva demasiados riesgos, pero en origen fue un deporte despiadado. Ante la ausencia de reglas y el deseo de dar espectáculo, la integridad de los púgiles no era una prioridad. Mas bien todo lo contrario.
Muchos de ellos ni siquiera usaban guantes o como mucho unas correas de cuero alrededor de las manos. Según gustos también podían sustituirse por guantes con púas, bordes cortantes o nudos rellenos de plomo para dar más brutalidad a los golpes. Los combates no terminaban hasta la caída de uno de los contrincantes y todo estaba permitido. Lo normal es que estos enfrentamientos terminaran con la vida de uno de los púgiles.
Incluso en el resurgimiento del boxeo en Europa durante el siglo XVII por parte del pueblo británico, esta dinámica no mejoro. Los combates terminaban en importantes lesiones para los luchadores que como tiempo atrás, podían ser mortales. Como consecuencia, se introdujeron las primeras normas en el año 1743, teniendo sus diferencias de las promulgadas actualmente.
Las primeras normas del boxeo
Las primeras normas del boxeo vinieron de manos de John Broughton, que había sido púgil desde 1730 dado su excelente condición física. Su talento para el boxeo lo convirtió en el tercer campeón de Inglaterra, a la altura de James Figg. No obstante, la muerte de uno de sus contrincantes en 1741 le hizo replantearse la brutalidad del deporte. Gracias a algunos patrocinadores y sus ahorros creo su propio establecimiento con un reglamento obligatorio para cualquiera que quisiera luchar en él. Estaba compuesto por 7 normas básicas.
- Golpes siempre por encima de la cintura.
- Si el contrincante caía al suelo, el otro debía retirarse a su lado del ring.
- Prohibido golpear a un púgil caído.
- Solo los púgiles y sus asistentes podían acceder al ring.
- Se disponía de 30 segundos para levantarse, si no lo hacían se consideraban vencidos.
- Los arreglos económicos estaban prohibidos.
- Los árbitros se encargaban de solucionar las disputas entre los luchadores.
Estas normas se mantuvieron hasta el año 1838. Fue entonces cuando las ampliaron a 23 normas, quedando recogidas en el London Prize Ring Rules. Este reglamento termino incluyendo 6 normas más en el año 1853.
Delincuencia derivada del boxeo
Al igual que otros deportes, había quien se beneficiaba de las apuestas, lo que podía desembocar en delincuencia. Los combates con premio monetario podían estimular a los púgiles y sus socios a negociar con los contrincantes. Razón por la cual, el boxeo se ha relacionado muchas veces con el submundo criminal. Estas fueron razones de fuerza para impulsar normas que impidieran la corrupción entre las partes y transformaran el boxeo en un deporte limpio. Como siempre, luchar contra la corrupción es, incluso hoy día, un reto a batir.
Boxeadores famosos
A pesar de su brutalidad, habían servido de mucho a algunos hombres que pudieron mejorar su vida y hacerse famosos. Este fue el caso de “El Terror Negro” en 1795, un antiguo esclavo al servicio del conde de Percy que se convirtió en uno de los mejores boxeadores del siglo. El boxeo siguió considerándose masculino durante muchos años después.
A pesar de ello solían organizarse peleas de mujeres. Incluso en el siglo XVIII, existían mujeres que se dedicaban al boxeo profesional. Este fue el caso de Elisabeth Wilikinson, aunque era mas conocida con el apellido Stokes. También hubo otras como Rose Harland en 1876 aunque injustamente olvidadas por la mayoría de la sociedad.
Si te interesan las mujeres que se levantan ante la adversidad y luchan contra los prejuicios de su época te recomiendo el siguiente artículo. Como siempre te invito a participar en los comentarios y a unirte al Newsletter para ser el primero en enterarte de cualquier novedad. ¡Qué tengas una semana de novela!
«Odié cada minuto de entrenamiento, pero me dije: «no abandones, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón»
– Muhammad Ali –
Inspiradoras palabras de un extraordinario púgil.