Si quieres escribir una novela, la defensa en los asedios te será de gran utilidad para escribir grandes escenas bélicas. En ellos acontecen batallas muy desiguales que el cine ha recreado regalándonos momentos de tensión inolvidables. ¿Quién no recuerda la batalla del abismo de Helm?
Sin embargo, no hace falta tener una imaginación desbordante, dado que la historia está repleta de estos ejemplos. Por ello, te traigo los asedios mas impresionantes de la historia. Estos decidieron más de una guerra, cambiando el resultado, avivando la moral de los aliados o destruyendo sus esperanzas.
La defensa de Viena, 2000 contra 120 000.
Durante el siglo XVI, Viena era un punto estratégico en Europa debido las rutas comerciales dispuestas desde el Danubio hasta el Mar Negro. Su conquista habría puesto de rodillas a los reinos cristianos, pero para su sorpresa algunos estaban dispuestos a resistir. Gran parte de los aldeanos que vieron acercarse un ejercito de 120000 hombres huyeron de la fortaleza, más aún conociendo la fama de los akinci.
Al final, un pequeño ejército de 700 arcabuceros quedó para defender la ciudad, en una época donde el honor estaba por encima de la vida. A pocos días del asedio, un contingente de 1500 lansquenetes se unió a la defensa de Viena. Se construyeron empalizadas adicionales y fosos trampa para esperar la llegada del ejercito otomano y proceder a la defensa en los asedios.
A pesar de los intentos del sultán, la llegada repentina del frío y la lluvia inutilizó su artillería, una prueba de que la climatología puede ser decisiva en la batalla. También anegó los accesos que albergaban los explosivos y la pólvora mojada ya era inservible. Durante el resto de la contienda se vio lo poco útil que les fue la detonación de algunos explosivos.
Un ejercito tan inmenso pierde su ventaja en terrenos angostos y los soldados que custodiaban la ciudad, convirtieron las brechas en auténticos cotos de caza. Según testigos, el campo parecía un cementerio después de cada batalla. El clima fue el mejor aliado para los asediados durante aquellos días de septiembre y octubre. El frío calaba hasta los huesos y el sultán se vio obligado a retirarse dejando su reputación de invencible devastada. El rey traidor, Francisco I de Francia jamás pudo ganar ninguna batalla al imperio español, cuya moral subió notablemente después de esta victoria.
El sitio de Ceuta, un quebradero de 33 años de duración
Este es probablemente el peor acto de sitiar una ciudad, siendo el asedio más largo de la historia y que se perpetuo durante 33 años. Existe una gran controversia entre historiadores pues algunos defienden dividir el asedio de Ceuta en dos mientras que otros discrepan. De cualquier manera, un sitio tan prolongado es una muestra de que tan bien no se haría el bloqueo.
La situación de la ciudad de Ceuta es más compleja que la típica ciudad del interior. Al tener una parte de esta directamente apoyada en la costa y a escasos kilómetros de la Península, hace muy difícil sitiarla. A pesar, de los esfuerzos del sultán Ismaíl y sus aliados británicos y holandeses, la ciudad resistió durante 9 años.
Sin embargo, la Guerra de sucesión española permitió que Inglaterra se hiciera con Gibraltar e interrumpió la llegada de suministros a la ciudad ceutí. Frenaron su hostigamiento cuando los ingleses tuvieron que retirar las naves de guerra ante la amenaza que representaba la llegada de la flota franco-española.
Estamos ante un verdadero tira y afloja que solo se vio interrumpido por la intervención del marqués de Lede. El sultán se vio obligado a retirarse durante unos escasos meses, después del cual volvió a hostigar a la población con el asedio. Finalmente, tras su muerte en 1727, las disputas de sus hijos en suceder a su padre desviaron la atención de sus guerras.
Como se puede ver los asedios también pueden darse conjuntamente por tierra y mar, aunque con una serie de dificultades añadidas. La defensa en los asedios es un enfrentamiento de desgaste que debe ser muy bien medido. Es curioso que las disputas internas que permitieron la conquista de Gibraltar fueran similares a las que hicieron que el asedio prolongado se convirtiera en una pérdida de tiempo.
La masacre de Nanjing, un cruel asedio.
Por inspiradoras que pueda llegar a ser la resistencia de la población local ante una invasión, normalmente la defensa en los asedios terminaban en cruentas masacres. Los asediados solían perder la mayor parte de las veces y pocas batallas demuestran la barbarie que acarrean las guerras como esta. Unas consecuencias que incluso hoy día, mantienen relaciones tensas entre los principales participes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Nanjing era un manjar codiciado para las tropas niponas. En el año 1937 comenzó el asedio a la ciudad que soportó bombardeos aéreos hasta reducirla a escombros. El barrido del ejército de tierra nipón proporciono a los japoneses una cantidad de 60000 prisioneros.
Ante la cantidad de prisioneros y la no acogida de estos al Convenio de Ginebra, se llevo a cabo la eliminación total de los militares. Cientos de personas fueron asesinadas en horas de maneras ínfimamente morales. Desde la decapitación y el atravesamiento con bayonetas hasta quemarlos vivos. Desgraciadamente la masacre de Nanjing también se aplicó a cualquier civil que cayera en manos del ejército nipón.
Cientos de mujeres y niñas sufrieron todo tipo de abusos y vejaciones junto a las palizas y torturas que soportaron sus familiares varones. Junto a las humillaciones se llevaron a cabo unas prácticas tan atroces que fueron condenadas incluso por algunos miembros del Partido Nacionalsocialista. Una muestra de la crueldad a la que podemos llegar y que por desgracia no están erradicadas. No te pierdas la Guerra de Independencia Americana, ¿sabías que fue una cuestión de impuestos?
Aunque es obvio, lo que está puesto en estas líneas no pretende hacer apología sobre estos comportamientos. Solo se pretende inspirar las tramas, siempre que encaje en el género literario que escribas. Hasta aquí tres ejemplos de como puede acabar un asedio, ahora te toca a ti escribirlo. Como siempre te invito a comentar tu opinión y apuntarte al Newsletter para conseguir descuentos exclusivos. ¡Qué tengas una semana de novela!
«Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza»
– Sun Tzu –
Buena reflexión del autor del Arte de la Guerra. Un libro que guardo con gran cariño.