Sin importar el género que elijas, si sientes una gran pasión por las letras y has decidido por fin dar el paso, considérate valiente. Escribir un libro es un trabajo arduo, que no termina con la creación de la historia, pues se invierten muchas más horas en la corrección de esta. Este hecho se complica si hablamos de novela histórica. Pero no te asustes, te ayudaré con mi propia experiencia durante todo el proceso.

1. Decide si realmente quieres escribir novela histórica

Parece una bobada, pero mucha gente no es consciente del trabajo de documentación que hay detrás de una novela histórica y se lanzan a escribirla sin preguntarse si realmente tienen la perseverancia para llevarla a cabo. Si mientras estás documentándote, no disfrutas de la información histórica que llega a tus manos, quizá debas plantearte cambiar de género.

En otras palabras, para llegar a la excelencia en esta rama tiene que gustarte la historia. Siempre será mejor no empezar la novela que dejarla a medias.

2. Decide el grado de rigor histórico de tu novela

Puede que tu pensamiento sea incluir a una serie de personajes ficticios en el Renacimiento o quizás escribir una novela sobre los Borgia. Obviamente necesitaras documentarte de una forma más detallada en el segundo caso que en el primero.

Sin embargo, cuando nos preguntan que tipo de novela estamos escribiendo, podemos caer en el error de decir que es una novela histórica cuando en realidad se trata de historia novelada. Aunque se parezcan son términos completamente distintos. La historia novelada es un ensayo histórico narrado en un formato de novela, con la intervención de diálogos.

Mientras que la novela histórica, se centra en personajes ficticios que pueden o no, interactuar con personajes reales. Aunque, en cualquier caso, el escenario donde se desarrolla la trama es un período de la historia del que debes documentarte.

3. Documéntate de diferentes formas

En estos tiempos lo más fácil y a mano que tenemos es Internet. Es una herramienta muy útil, sin embargo, hay una cantidad de información muy elevada. El problema fundamental, es que esta información viene muchas veces sin referencias históricas fiables, y podemos encontrarnos versiones contradictorias sobre el mismo acontecimiento.

Además, mucha de la bibliografía está en inglés y si no somos buenos en el idioma y los leemos con la traducción automática del buscador, podemos cometer errores garrafales. Existen muchos documentos y libros que puedes consultar gratis en las bibliotecas y puedes visitar los museos de tu ciudad. Cabe destacar que en estos lugares encontraras expertos en la materia, a los que podrás acudir. Eso sí, no olvides incluirlos en los agradecimientos cuando publiques el libro.

4. Cuidado con los anacronismos.

A pesar de nuestro esfuerzo en la documentación, podemos caer sin siquiera darnos cuenta en estos errores. En los diálogos entre personajes o en las descripciones, podemos utilizar términos que parezcan totalmente adecuados, pero no siempre tiene que ser así.

Por ejemplo, si estamos escribiendo una novela sobre una mujer que se niega a acatar los convencionalismos sociales del Renacimiento, no podemos decir que esa mujer era “feminista” pues este término, surgió por primera vez en el siglo XIX. Un error más sutil que este sería el nombre de una ciudad, que, aunque hoy se llame de una forma, en el pasado podía tener un nombre distinto.

5. Lee otras novelas de tu género.

No dudo de que tu novela sea única y extraordinaria, pero seguro que hay otros autores que han escrito novelas con la misma ambientación histórica. No tengas pudor y léelos. Sírvete de su experiencia y observa con atención como describen los lugares y como resuelven los conflictos.

Es normal sentir que se te atraganta una parte de la historia, eso nos ha pasado a todos. Fijarte en como resuelven el problema otros autores puede salvarte de un bloqueo y evitará que cometas los mismos errores.

Cuidado, no se trata de plagiar a otro autor, no copies lo que otro ha escrito. El plagio es un delito y tarde o temprano te acabarán pillando. Solo tienes que leer con atención, ver como se enfrentan a las dificultades y cuales son los pasos que siguen para resolverlas.

6. Ve un paso más allá.

Al igual que como persona, como autor también debes ser único. Plasma tu propio estilo y perfecciónalo.  No te conformes con lo primero que escribas. Normalmente lo primero que escribimos, es siempre una basura, aunque creas estar revolucionando el mundo literario. Después, cuando lo leemos con tranquilidad, pensamos en que clase de cólico nos tuvo que dar para escribir eso. Ármate de paciencia, porque la parte más dura de un libro es la corrección.

7. Habla de algo inesperado

El lector de novela histórica es un apasionado de la historia y le encanta saber cosas sobre acontecimientos pasados que nadie sabe. Por muchos libros que haya sobre la época romana, todavía hay muchas historias que contar a ese respecto. No pienses que el periodo que has elegido esta saturado, siempre puedes darle un enfoque diferente. Si investigas lo suficiente encontraras cosas muy interesantes y les dejaras con la boca abierta.

8. No te obsesiones

No te van a crucificar si cometes un error. No tienes que ser un experto en historia para escribir una novela histórica. Lo importante de una novela, con independencia del género al que pertenezca, es la trama. Si los conflictos son superfluos, insípidos y aburridos, ni siquiera un doctorado en historia va a hacer que seas líder de ventas.

La trama debe ser entretenida, fluida y coherente. Lo mismo sucede con los personajes. Deben ser profundos, interesantes y evolucionar a medida que avanza la trama. Si consigues crear una buena trama, con personajes con los que tu lector pueda identificarse y, además, una buena ambientación, tendrás mucho terreno ganado.

9. Crea una verdadera fusión entre realidad y ficción.

Si vas a crear personajes ficticios, tendrás que inventarte toda su historia. Te recomiendo encarecidamente hacer una biografía de cada personaje. Procura que su vida se fusione con la de su tiempo. Una buena forma de hacerlo es que las circunstancias políticas y sociales de la época provoque un conflicto en su entorno más inmediato.

Por ejemplo, si el personaje es hijo de un hacendado católico en la Inglaterra protestante, puedes imaginar que su vida va a cambiar radicalmente. Cuanto mayor sea el nivel de fusión que incluyas en la trama, mejor te quedara la ambientación histórica.

Por supuesto, hay muchos otros consejos a tu alcance. Cada uno tenemos nuestros trucos y he compartido los que más me han servido para escribir Bajo el mismo sol. Te invito a compartir tu opinión y a proponer otras temáticas relacionadas. Ante todo, escribe lo que te apasiona y disfrútalo. Apúntate al Newsletter para no perderte nada, ¡qué tengas una semana de novela!