Robert Warbouth es sin duda, el personaje más ilustre y distinguido de toda la saga. Como médico y accionista de la Compañía de las Indias Orientales, viaja con frecuencia para asegurar sus inversiones. Sin embargo, sus expectativas empresariales no se estancan ahí. Sus extensas propiedades le permiten alcanzar con solvencia las 20000 libras anuales. Por otro lado su amplia red de contactos y su título de duque le posiciona en los pedestales más elevados de la sociedad inglesa.
Un padre ejemplar
Desde el punto de vista personal, Robert Warbouth se diferencia de otros nobles por la gran deferencia y cariño que siente a su única hija Lidia. Fruto de su tórrido romance con la joven Elisabeth Dearly, es su principal alegría y preocupación. Viudo desde hace años, desarrolla un sentido de protección y comprensión con su hija que le empuja a conceder todos sus caprichos. Sin embargo, posee un carácter firme que no duda en exponer cuando es necesario. Su mayor deseo es asegurar el futuro de Lidia y conseguir forjar una numerosa familia. Anhelando la felicidad familiar que tan prematuramente le fue arrancada a la muerte de su amada.
Un viaje inesperado
Aunque Robert Warbouth está acostumbrado a las largas travesías marítimas. No obstante, palidece al enterarse de que se exige, no solo su partida, sino la de su hija, a las lejanas tierras de Calcuta. Su único consuelo quizás es saber que su futuro yerno le espera al otro lado del mar. Extasiado por la felicidad que ve vislumbrar en el horizonte cuando su hija conoce a su prometido, da su total consentimiento a la relación. Sin embargo, la vida conyugal esta llena de retos donde los miembros de la familia Warbouth se verán contra las cuerdas. De cualquier forma, Robert Warbouth tiene una cosa clara: siempre protegerá a su hija.
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