Aunque en el proceso de edición esto no sea un problema, cuando llega la publicación toca valorar tu esfuerzo. Poco acostumbrados a las ventas, algunas personas sienten cierta incomodidad en poner precio a sus libros. Algunos se plantean hacerlos de dominio público y los que queremos vivir de ello, sentimos las miradas re probativas en nuestro entorno. ¿Tan atroz es querer vivir de tu propio talento? Pon atención a las siguientes líneas y aprende a valorar tu esfuerzo.

El mundo en el que vivimos

No conozco a una sola persona que trabaje gratis. Incluso los más pícaros acostumbrados a rascar por cualquier lado exigirán su propio jornal. Personas que piratean nuestros libros montarían en cólera si en su trabajo decidieran prescindir de pagar su sueldo. Vivimos en una sociedad capitalista donde intercambiamos nuestro tiempo por dinero y este último es una herramienta. A menos que quieras vivir en el bosque comiendo lombrices, necesitas dinero para financiar tus libros.

Piensa como una empresa

La importancia de vender es crucial por una razón muy simple, sin beneficios no podrás seguir escribiendo. Si deseas dedicarte a tiempo parcial a escribir, puedes financiar tus obras con otro trabajo y regalar tus libros. Pero necesitas invertir dinero para asegurarte de que tus reflexiones llegan al lector con la mayor calidad posible. Por otra parte, si quieres vivir de esto, tendrás que ponerte el chip de empresa. Un empresario planifica una estrategia realista, y no deja al azar sus ventas. Realiza un balance entre sus ganancias y sus gastos, para observar la «salud» de su proyecto, Consciente en todo momento de sus debilidades sabe donde tiene que focalizar su esfuerzo. Sabe que el éxito de su proyecto no es solo una cuestión de suerte. Incluso cuando falla, su control le permite identificar donde, lo que posibilita corregir los errores.

Ignora las reticencias de tus seguidores

Cuando te planteas poner un precio competitivo para tu libro, puedes caer en la tentación de infravalorar tu esfuerzo. Aun así, siempre habrá algún lector que considere el precio demasiado alto. Otros incluso llegarán al punto de creer que como escritor tienes el deber de hacer un voto de pobreza y te lo pedirán gratis. Si ves que tus ventas se estancan pueden empezar a dejar de lado tu propio sustento y terminar rogando. Incluso yo, habiendo donado ejemplares a bibliotecas y ofreciendo contenido gratuito, se me crítica por venderlo.

Calla esa malsana voz interior

Puede que te duela lo que te voy a decir, pero la mayoría de las veces las mayores reticencias vienen de uno mismo. Si eres incapaz de defender tu posición y cuando te preguntan el precio de tu libro temes la reacción de la gente, es que infravaloras tu trabajo. A una persona segura no le importa lo que digan lo demás, conoce el valor de su esfuerzo y lo defiende con argumentos sólidos. Si no es tu caso, puede que sufras el síndrome del impostor. Esta bien que promociones tus libros y que compartas material gratuito de vez cuando. Sin embargo, no lo tomes como una constante, sino cobras por tus libros puede que tengas que dejarlo.

Planifica el valor exacto de tu tiempo

Si hacemos referencia al punto de activar el chip empresarial, nos tocará hacer números. Yo fui apuntando cada gasto por pequeño que fuera y me quedé sorprendida. Apunte el precio de los anuncios, las inversiones en el proceso de edición y publicación, hasta lo que me cuestan los programas que uso en relación con el libro. Digamos que fui consciente de lo que realmente cuesta ser escritora. Yo hago cada mes mis propios números y te da una visión objetiva de donde estas y hacía donde vas. Las indicaciones de Miguel Ángel te dejarán el asunto un poco más claro.

Consolida tu marca como profesional

No solo tienes que parecer un profesional tienes que invertir tiempo y esfuerzo en convertirte en uno. Es tu responsabilidad no solo ofrecer la mejor calidad posible a través de tus libros sino en cada publicación que hagas. Puedes darle todo el bombo que quieras a promocionarte, pero si tus obras carecen de calidad no aguantarás mucho en el mercado. Ya sea en redes sociales o en tu propio blog, invertir en optimizar tus publicaciones y aportar valor a tu comunidad consolidara tu reputación. Sin embargo, no debes olvidar que se trata de una carrera de fondo. Por tanto, no esperes resultados inmediatos y no te frustres por que las que cosas no salgan a la primera. Toda la experiencia que acumules en tus éxitos y fracasos te hará valorar tu esfuerzo y consolidar tu marca.

Espero que te haya aportado algo positivo esta publicación y confíes más en tu propio talento. Yo seguiré publicando para acompañarte en este apasionante camino. Apúntate al Newsletter para no perderte nada y ¡Qué tengas un fin de semana de novela!