Vivir de escribir es mi sueño, pero consolidarlo tarda años lo que me obliga a ser una escritora pluriempleada. Imagino que esto no solo me pasa a mí. Al igual que yo, habrá muchas personas que tengan que depender de los frutos de otro trabajo para financiarse. Teniendo en cuenta que yo mantengo dos empleos aparte de las responsabilidades literarias, puedo darte buenos consejos sobre como administrar el tiempo.

El valor del tiempo

Como es de esperar, tener dos trabajos a la vez ocupa mucho tiempo. No solo se debe contar con las cuatro horas diarias en cada empleo sino con el tiempo necesario para llegar a cada ubicación. En mi caso, mis trabajos se encuentran en direcciones opuestas, con una hora de trayecto con mi casa como punto intermedio. Por tanto, en ir y volver de cada trabajo tardo unas dos horas en transporte público. Por el momento, no dispongo de coche para disminuir el tiempo.

Eso hacen un total de cuatro horas adicionales a las ocho que trabajo dando como resultado 12 horas diarias. Si tenemos en cuenta que dormimos unas 8 horas quedan solo cuatro horas libres. Es cierto que en todos los trabajos existe un día libre. Ese pequeño respiro y que yo nunca duermo más de 6 horas, me dan 56 horas de las 168 totales de la semana. Este tiempo es el único que tengo para hacer el resto de las labores, por lo que optimizarlo se vuelve algo crucial.

Empezar con un plan bien definido

Una vez consciente de las horas que se tienen libres, ya se puede hacer una lista de las tareas restantes. Te recomiendo que hagas un horario de tus horas libres por cada día de la semana, para saber como están repartidas esas horas. Tal como te muestro en mi propio caso.

Una vez que lo tengas quiero que apuntes todas las responsabilidades que tienes que realizar en tu vida personal y literaria. Después ordénalas por orden de importancia e intenta dividir esas horas en todas esas tareas hasta cuadrarlas. Espero que no haga falta que te diga que deben sobrarte horas, por una sencilla razón. Si trabajas sin tomar un descanso, no podrás aguantar el tirón de la semana y afectara a tu salud.

Por supuesto, con la condición humana viene inherente la posibilidad de fallar. Si eres una escritora pluriempleada te pasará más de una vez. No te frustres y sientas que tus fracasos ensombrecen todos tus éxitos. Siempre estarás por delante de los que ni siquiera lo intentan.

La disciplina como valor esencial

Ya tienes claro cuanto tiempo tienes para dedicarlo a la escritura, esa es la parte fácil. Ahora viene lo difícil que es llevarlo a la práctica. La disciplina es esencial para transformar las proyecciones del papel en realidades. Si has publicado un libro ya sabes a lo que me refiero. Si no lo has publicado mentalízate que escribir es un trabajo y no un pasatiempo.

Si tratas la escritura como un entretenimiento del que fardar en las redes quizá consigas algún seguidor. Pero nunca verás ese libro materializado y por supuesto, ni hablar del trabajo de promoción que viene después. Puede que no tengas dos trabajos, pero sin duda tendrás otras responsabilidades que te convertirán en una escritora pluriempleada.

Convierte el cronómetro en tu aliado

Una de las tácticas que uso para evitar perder el tiempo es retarme a escribir con un horario encorsetado. Además de escribir en mis novelas debo realizar un artículo a la semana para el blog. Uno de mis trucos es utilizar el cronómetro del móvil con intervalos de 30 minutos. Mi reto es terminar el artículo en ese tiempo. A veces lo consigo, pero otras veces cateo cuando debo documentarme de lo que escribo. Esta es la dificultad añadida de escribir artículos de historia, que puedes ahorrarte si son consejos de tu propia experiencia y que no necesitas consultar.

Aun así, te diré que antes tardaba una media de 1h 30 minutos, a veces me tiraba hasta 3 horas mirando el ordenador. En el momento actual, nunca llego a superar esa media. Al principio te costará, pero poco a poco tu mente ganará agilidad y tus dedos rapidez. Cuando termines de escribir esa meta, apunta el tiempo exacto que tardas y haz una media del mes. ¡El mes siguiente puedes ponerte el reto de superar tu marca!

Aprovecha los tiempos muertos

Cuando me refiero a un tiempo muerto, quiero decir esos lapsos de tiempo aparentemente inútiles, pero con un gran potencial. En mi caso, mis tiempos muertos corresponden a las horas de transporte diario. Ese tiempo lo uso para algo productivo. Como soy escritora de novela histórica y debo documentarme necesito leer libros de historia.

En cada ida y vuelta puedo leer una media de 10 páginas, dependiendo de su dificultad e importancia. Al final del día, cuando ambos trabajos coinciden me he leído 40 páginas aproximadamente. Los tres días que no coinciden me leo 20 y el día libre leo algo distinto y poco pesado para oxigenarme. Eso me hace leerme 180 páginas a la semana, para un libro de 600 páginas tardarías 3 semanas y media más o menos. ¡Un libro por mes es una autentica hazaña para una escritora pluriempleada!

Pide ayuda si es necesario

En mi caso, las pequeñas responsabilidades del día a día como cocinar o limpiar recaen en mí. Si tienes pareja puedes pedirle ayuda para aligerar la carga del día a día para escribir.

Es muy importante tener a alguien que te haga un poco de feedback e incluso si no te aligera el trabajo, que al menos no te moleste durante esas horas. Si tus vecinos son molestos, comprarte unos auriculares que te aíslen del ruido con una música relajante puede ser una excelente inversión. Si no puedes, siempre te quedara las bibliotecas o cualquier otro lugar tranquilo que te pille cerca.

Llevar este tren de vida, requiere esfuerzo, perseverancia y dedicación. Aunque no seas una escritora pluriempleada, tendrás que convertir la disciplina en un hábito lo antes posible. Así te aseguraras no solo de acabar tu libro sino cualquier otra empresa que te propongas.

 

En el próximo artículo seguiré compartiendo contigo mis experiencias. Hasta entonces puedes apuntarte al Newsletter para no perderte nada. También puedes comprobar los resultados de mi propia disciplina a través de mi novela. Hasta la próxima y ¡qué tengas una semana de novela!